13 oct 2025
Insfrán encabezó la apertura del 4° Torneo de la Amistad
En Clorinda, el gobernador participó del acto inaugural de la competencia con perspectiva de género más importante del Norte Grande, la que reúne a más de dos mil jugadoras de todo el territorio provincial.
El gobernador Gildo Insfrán encabezó este viernes 10 de octubre por la tarde el acto de apertura del 4° Torneo de la Amistad “Copa Gildo Insfrán” de fútbol femenino, en el Polideportivo Municipal de Clorinda, dando inicio a una nueva edición de una competencia que promueve el deporte, la inclusión y la integración entre mujeres de todo el territorio provincial.
El evento, que se extenderá hasta el domingo 12 de octubre, reúne a más de dos mil jugadoras pertenecientes a equipos de distintos puntos del territorio provincial, una cifra que supera ampliamente la participación registrada en 2023, lo que consolida el crecimiento sostenido del fútbol femenino en Formosa.
El lanzamiento oficial del torneo se realizó el pasado martes en el Club Atlético Social Argentinos del Norte, con la presencia del vicegobernador de Formoa, Eber Solís; el secretario de Deportes y Recreación Comunitaria, Mario Romay; el intendente de Clorinda Ariel Caniza, y los jefes comunales de las localidades que fueron sede en ediciones anteriores.
Una competencia integradora
El Torneo de la Amistad nació como un espacio de encuentro y recreación, pero se transformó en una verdadera fiesta provincial del deporte. Además del valor competitivo, el evento impulsa un fuerte movimiento económico y turístico en la ciudad sede, beneficiando a comerciantes, emprendedores y prestadores locales.
El 4° Torneo de la Amistad “Copa Gildo Insfrán” no solo visibiliza el talento de las futbolistas formoseñas, sino que también consolida la igualdad de oportunidades en el deporte y reafirma la importancia de las políticas públicas que promueven el desarrollo deportivo en toda la provincia.
https://www.eldestapeweb.com/informacion-general/deportes/insfran-encabezo-la-apertura-del-4-torneo-de-la-amistad-en-clorinda-2025101110309?gclid=CjwKCAjwxrLHBhA2EiwAu9EdM_yFR5WSN_Rp5ocaSpqkvrppzYI6mcKfAw6F4sSMcxT_62Nmcap0WBoCLIYQAvD_BwE
Día del Respeto a la Diversidad Cultural: cómo viven los pueblos originarios en Rosario
El último Censo Nacional relevó más de un millón trescientos mil descendientes de al menos 58 comunidades indígenas distintas que viven en Argentina. En la ciudad, se estima que superan las 12 mil personas. Las cifras, la Carta Magna que contempla sus derechos, la Nueva Constitución Provincial y tres relatos con nombre propio que describen sus propias historias
“Esta semana estamos de moda” dice, con sonrisa y algo de ironía, una politóloga mapuche consultada por Rosario3, y su observación no pasa de largo. Es un claro llamado de atención al interés discrecional y temporario que la sociedad les manifiesta y al mismo tiempo, una señal de que si no existiera “el día de”, la indiferencia hacia ellos sería aún mayor.
Este domingo 12 de octubre se celebra el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Una fecha que promueve la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios.
Hasta 2010, la fecha fue conocida como el “Día de la Raza” y conmemoraba la llegada de Cristóbal Colón a América. Sin embargo, en 2010, Argentina cambió su denominación por la del “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, dándole un significado acorde al valor que asigna la Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos.
Este cambio de paradigma implicó dejar atrás la conmemoración de “la conquista” de América para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa variedad de culturas que han aportado y aportan a la construcción de nuestra identidad.
Sin embargo, más allá de lo que leyes y constituciones establezcan por escrito, en la práctica, las comunidades originarias sigue siendo menospreciadas y miradas de soslayo por algunos gobernantes y también por parte de un sector de la sociedad civil que incluye entre los destinatarios de sus discursos de odio, a los pueblos indígenas.
Para adentrarnos en sus realidades, hablamos con algunos integrantes de comunidades que viven en Rosario desde hace décadas y rastreamos los datos estadísticos que aporta el último censo nacional, en relación con la provincia de Santa Fe. También accedimos al último relevamiento local llevado a cabo por la Dirección Municipal de Pueblos Originarios.
Evelin
Marisa Evelin Blanco tiene 39 años. Su madre vino a Rosario, proveniente de Chaco, embarazada de ella; pero a la hora de su nacimiento, regresó a esa provincia donde dio a luz a su hija. Con ella volvió más tarde a Rosario. “Mi vida fue un ir y venir”, cuenta Marisa, quien se identifica como perteneciente a la Comunidad Aborigen Qom Cacique Francisco Moreno. Trabaja como empleada doméstica, pero no tiene recibo de sueldo. Al mismo tiempo, estudia para ser maestra de escuela primaria.
Podría decirse, en términos actuales, que Evelin es “una emprendedora” porque trabaja para ganarse el sustento (aunque no consiga que le paguen legalmente como corresponde) y además estudia para poder dedicarse algún día a lo que realmente le gusta: enseñar.
“Mi familia vino hace muchos años con el ferrocarril. Así lo cuentan. Soy la primera mujer en llevar adelante la responsabilidad de representar a mi comunidad, de acompañar a nuestros adolescentes y niños en su educación, algo que es muy importante para nosotros, porque ayuda a visibilizar nuestra cultura mediante la recuperación de la lengua materna e inculcar el amor y el respeto por nuestra tierra. Dentro de nuestras posibilidades, tratamos de acompañar a cada familia”.
Daniel
Su nombre es Daniel Jesús Naporichi, pero sus hermanos del Coro Qomchila’alapi, lo bautizaron “Huaxaiaxa Lachigui”, que en su lengua natal, significa “zorro astuto”.
Daniel nació en Chaco, en la localidad Roque Sáenz Peña, en 1987 y pertenece a la Nación Quom. “Vinimos a Rosario en 1990 y nos instalamos en la zona norte de la ciudad (calle Génova y la vía, en cercanía de Juan José Paso y Travesía, y en 1995 nos trasladaron a la zona oeste, donde hoy es el Barrio Toba Rouillón. Este año 2025 –dice con orgullo– formé parte de las comunidades constituyentes santafesinas, junto a otros hermanos como Sol Lezcano, de la Comunidad Mocoví, Adela Chanquia, de la Comunidad Diaguita y Adán Costa. Entre todos lograron que la Nueva Constitución de Santa Fe reconozca la “preexistencia y persistencia de los pueblos oEn 2008 comenzó a trabajar en la Municipalidad de Rosario y desde 2017, forma parte de la Dirección Municipal de Pueblos Originarios, donde representa institucionalmente a su pueblo Qom. Además, integra el Comité Organizativo y Cultural de los Pueblos Originarios de Rosario que impulsa iniciativas legislativas a nivel local. Por ejemplo, desde 2024, por ordenanza municipal, Rosario sumó la conmemoración de Napalpi todos los 19 de julio.
La Masacre de Napalpí fue una matanza cometida por la Policía Nacional de Territorios de Argentina, en la que resultaron asesinadas entre doscientas y setecientas personas pertenecientes a los pueblos qom y mocoví-moqoit. Ocurrió el 19 de julio de 1924, en el paraje El Aguará, en cercanías de la reducción aborigen Napalpí, ubicada en el entonces territorio nacional del Chaco.
Desde la misma Dirección Municipal de Pueblos Originarios, en 2024, plantearon al Concejo El pedido del Comité Organizativo Cultural, organismo reconocido por ese órgano deliberativo, que la bandera wiphala se sumara en los actos públicos, junto a la insignia nacional y a la bandera provincial. Pero el proyecto no prosperó.
Graciela
Graciela Clara Castro Clesen tiene 64 años y vive en Rosario hace más de 40. Es comunicadora, artesana, maestra mayor de obras e incursiona en Bioconstrucción (término actual que se usa para nombrar a saberes y técnicas ancestrales).
“
Los libros de historia y los discursos políticos daban por cierto que Uruguay era un país sin indios, pero la negritud no pudieron esconderla.
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”
“Soy jubilada, abuela y Charrúa. Nací en Montevideo, en una familia en la que –como en muchas– se escondía la pertenencia a un pueblo originario. Los libros de historia y los discursos de políticos y funcionarios daban por cierto que Uruguay era un país sin indios, pero la negritud no pudieron esconderla”, dice con convicción. “Cómo charrúa, trabajo en la recuperación de nuestra lengua y cultura”.
Graciela pone el acento en el desconocimiento que tiene la sociedad acerca de las prácticas ancestrales de sus comunidades.
riginarios”.
“Somos pueblos recolectores y cazadores y eso impide, aún al día de hoy, combinar políticas públicas implementadas desde los estamentos comunales, municipales, y provincial para mejorar la salud nutricional y la vida en comunidad. El color de nuestra piel, nuestra estructura ósea y nuestros rasgos faciales son muy diferentes a los de los europeos, que llegaron a estas tierras traídos para poblarla y dar con eso fin al «problema del indio». Eso –remarca– es algo que sigue impidiendo el reconocimiento a nuestra labor diaria”.
Describe que los integrantes de su comunidad que trabajan como cartoneros, caminan bastante más de 12 kilómetros diarios. Con sol, lluvia o viento en toda época del año. Que se encargan de separar la basura (lo orgánico de lo inorgánico): aluminio, papel, vidrio, madera, contribuyendo a una economía circular que reutiliza estos deshechos como materia prima para la industria. “Inclusive –subraya– el mal llamado «trapito» en Rosario es aquel «boyero» que vino del campo a la ciudad”.
Santa Fe: pueblos originarios en cifras
El Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas realizado en 2022 contabilizó 1.306.730 personas en viviendas particulares que se reconocieron indígenas o descendientes de pueblos indígenas, que viven en Argentina. De ese total, 674.455 eran mujeres y 632.275, varones. En la provincia de Santa Fe representan el 2,9% del total de la población relevada.
Casi la mitad de la población indígena registrada en 2022 habitaba en las provincias de Jujuy (10,1%), Salta (10,0%), Chubut (7,9%), Formosa (7,8%), Neuquén (7,7%) y Río Negro (6,4%). Entre Ríos y Corrientes son las provincias que menor concentración de población indígena presentaron, con apenas 1,3% cada una.
El Censo también reveló que 28,3% de la población indígena asistía a un establecimiento educativo al momento del relevamiento: 54,2% respondió que tiene hasta secundario incompleto; 21,7%, secundario completo; y 24,1%, estudios superiores o universitario incompleto o completo.
Por otra parte, el 49,2% de la población que se reconoce indígena declaró que tenía obra social o prepaga (incluyendo Pami); el 3,8%, que accedía a programas o planes estatales de salud; y el 47,0%, que solo utilizó el sistema público.
Según este relevamiento, existen 58 pueblos indígenas u originarios a lo largo y ancho del país y que el 29,3% de la población que se reconoce indígena o descendiente de pueblos originarios manifestó hablar o entender la lengua de su pueblo. Los pueblos mapuche, guaraní, diaguita y qom/toba fueron los que concentraron la mayor cantidad de población en viviendas particulares.
Sobre un total de 57.193 habitantes de pueblos originarios registrados en la provincia de Santa Fe ( 29.867 registradas como mujeres y 27.326 como varones, al momento de nacer), se reportaron 55 pueblos o comunidades, mientras que 24.984 personas (43,6% de la población indígena quedaron registradas, pero sin información acerca de su comunidad de procedencia.
Entre los 55 pueblos registrados, los que concentran la mayor parte de la población indígena son: Moqoit/mocoví: 19,7%; Quom/Toba: 13,5%; Guaraní: 6,8%; Mapuche: 2,5%; Diaguitas y Quechua: 2,17% cada uno; Comechingón: 1,69%; Wichi: 0,89%; Kolla Atacameño: 0,81%; Charrúa: 0,67%; Avipón: 0,60%; Chana: 0,52%.
Le siguen, en orden decreciente: Tehuelche, Ranquel, Aymara, Mapuche Tehuelche, Corundí, Huarpe, Sanavirón, Guaycurú, Tonokoté, Atacama, Querandí, Mbya Guaraní, Günün A Küna, Querandí, Vilela, Chorote, Pilagá, Diaguita Cacano, Chicha, Aoniken, Lule Vilela, Chané y Selk Nam/Ona, Tilián, Omaguaca, Minuán, Lule, Chulupi Nivaclé, Kolla Atacameño, Ocloya, Guarayo y Toara, Fiscara, Tapiete, Tastil, Yagán, Michilingüe, Wuayteca/Chono y Weenhayec.
Situación y reclamos de las comunidades originarias en Rosario
Según el Censo de Pueblos Originarios Rosario realizado en 2014 por la Dirección Municipal de Pueblos Originarios, en conjunto con la Dirección Municipal de Estadísticas (último relevamiento realizado hasta el presente, según informa Daniel Naporichi) en la ciudad de Rosario viven unas 6521 personas pertenecientes a pueblos originarios, en su gran mayoría de la comunidad Qom.
Sin embargo, a 11 años de este relevamiento, advierten que la población continúa creciendo – la afluencia desde zonas rurales de Chaco es sostenida– y estiman que actualmente el número asciende a 12 mil.
“En nuestros barrios –cuenta Daniel– faltan cosas esenciales como agua, cloacas, pavimento; pero también hay que decir que existe poca apertura para la participación política de referentes originarios en los partidos tradicionales”.
Entre las preocupaciones más urgentes de las comunidades indígenas a resolver, menciona: la violencia institucional que sufren los jóvenes en las comunidades; también señala la necesidad de exigir respeto y reconocimiento de sus derechos constitucionales.
La Nueva Constitución de Santa Fe, en su artículo 13, inciso 6, establece: “La provincia reconoce la preexistencia y persistencia étnica y cultural de los pueblos originarios y de sus comunidades”. Además, el artículo 26 de la misma normativa provincial alude al respeto a la diversidad cultural en Santa Fe. En línea con la autonomía municipal, lo que plantean ahora, es una autonomía indígena en ejercicio de la juridicidad ancestral.
Marisa señala que “lamentablemente, el país está atravesado por una crisis profunda que impacta de lleno en los grupos más vulnerados”, entre los que se encuentra su propia comunidad. “En salud, faltan agentes sanitarios idóneos que salgan de las comunidades para hacer ese trabajo. No estamos bien. Falta mucho para que cada familia pueda vivir dignamente, y eso afecta no solo a los aborígenes, sino a la mayor parte de la población argentina”.
Graciela puntualiza que “las políticas públicas no bastan para garantizar el acceso a derechos humanos básicos expresados en la Constitución, y menciona el inciso 17 del artículo 75 de la Constitución Nacional sancionada en 1994, que no se cumplía por falta de correlato en la Constitución Provincial de Sta Fe, vigente hasta la reforma de este año.
El referido inciso establece que “corresponde al Congreso: reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentino; garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano. Ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos – aclara– y por último, agrega que “el nuevo marco supone asegurar la participación de los pueblos en la gestión referida a sus recursos naturales y demás intereses que los afecten, más allá de las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones”.
“Ahora, la Reforma de la Constitución Provincial de 2025 nos incluye en su letra, pero supeditada a medidas de acción positiva. Esperemos que esto cambie en la práctica el paradigma anterior que nos obligaba a ser reducidos a servidumbre, negando nuestras cosmovisiones y sometiéndonos a la fe católica”, expresa Graciela.
Además, añade que “algunas pretendidas mejoras en cuanto a atención en salud, son tanto o más lesivas que algunas enfermedades, obligándolos a ser medicalizados y desnaturalizados en procesos tan naturales como la gestación y el parto”.
Si bien rescata algunos avances en materia de participación, Graciela sostiene que la creación de reparticiones públicas gestadas desde las propias comunidades para paliar sus necesidades y ser parte del Estado como ciudadanos, “no dio los resultados esperados, ya sea por falta de presupuesto para su funcionamiento, o por falta de cargos para que hermanas y hermanos de los distintos pueblos naciones puedan ser funcionarios y articular así, desde las propias cosmovisiones, las respuestas del Estado, salvando las necesidades de las comunidades en las distintas áreas”.
https://www.rosario3.com/informaciongeneral/Dia-del-Respeto-a-la-Diversidad-Cultural-como-viven-los-pueblos-originarios-en-Rosario-20251010-0033.html
7 oct 2025
FALLECI`O YVON SONDAG "EL GAUMAIRINDIAN" QUE DEFENDI`O LA PAZ Y LA NATURALEZA
Yvon Sondag, conocido cariñosamente como el "Gaumairindian", falleció en Habay Bélgica a la edad de 91 años. Activista incansable por la paz y la naturaleza, Sondag dejó una huella imborrable tanto en su tierra natal como en el Gran Chaco argentino.
Nacido en Gaume, Bélgica, Sondag fue un hombre de múltiples talentos: periodista, escritor, músico y poeta. Su espíritu pacifista y su rebeldía ante las injusticias del mundo lo impulsaron a cruzar el Atlántico en la década de los 80. Junto a su esposa, se estableció en el Chaco argentino, donde convivió con una comunidad indígena y se unió a su lucha por la supervivencia.
Su compromiso con los pueblos originarios y la defensa del medio ambiente lo llevaron a abrazar la causa de los indios Toba-Qom. Gracias a su activismo, se logró salvar 150.000 hectáreas de bosque de la deforestación, garantizando así la continuidad del modo de vida de esta comunidad.
"Yvon era un hijo de la Madre Tierra", expresó un allegado. "Su legado de lucha por la paz, la naturaleza y la humanidad perdurará por siempre".
Aunque había regresado a su aldea Olla Quebrada en febrero de 2022, su corazón siempre estuvo dividido entre la exuberante vegetación del Gran Chaco y los bosques de Anlier. Su partida deja un vacío en el mundo del activismo, pero su ejemplo seguirá inspirando a las futuras generaciones a defender un mundo más justo y sostenible.
Fuente: https://www.lavenir.net
Yvon Sondag, conocido cariñosamente como el "Gaumairindian", falleció en Habay Bélgica a la edad de 91 años. Activista incansable por la paz y la naturaleza, Sondag dejó una huella imborrable tanto en su tierra natal como en el Gran Chaco argentino.
Nacido en Gaume, Bélgica, Sondag fue un hombre de múltiples talentos: periodista, escritor, músico y poeta. Su espíritu pacifista y su rebeldía ante las injusticias del mundo lo impulsaron a cruzar el Atlántico en la década de los 80. Junto a su esposa, se estableció en el Chaco argentino, donde convivió con una comunidad indígena y se unió a su lucha por la supervivencia.
Su compromiso con los pueblos originarios y la defensa del medio ambiente lo llevaron a abrazar la causa de los indios Toba-Qom. Gracias a su activismo, se logró salvar 150.000 hectáreas de bosque de la deforestación, garantizando así la continuidad del modo de vida de esta comunidad.
"Yvon era un hijo de la Madre Tierra", expresó un allegado. "Su legado de lucha por la paz, la naturaleza y la humanidad perdurará por siempre".
Aunque había regresado a su aldea Olla Quebrada en febrero de 2022, su corazón siempre estuvo dividido entre la exuberante vegetación del Gran Chaco y los bosques de Anlier. Su partida deja un vacío en el mundo del activismo, pero su ejemplo seguirá inspirando a las futuras generaciones a defender un mundo más justo y sostenible.
Fuente: https://www.lavenir.net
1 oct 2025
Se presentó el Mapeo Territorial de Artesanas y Artesanos del Barrio Toba Zona Oeste
Con el objetivo de dar cuenta de la labor ancestral de diversas comunidades radicadas en Rosario, el proyecto resultó ganador en el programa Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura.
El pasado miércoles 24 de septiembre, el Centro Cultural El Obrador, en el distrito Oeste de Rosario, fue sede de la presentación oficial del Mapeo Territorial de Artesanas y Artesanos del Barrio Toba Zona Oeste, proyecto que en 2024 resultó ganador en la categoría Circulación del programa Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura provincial. En un encuentro que reunió a vecinas, vecinos, artesanas, artesanos, familias e infancias, el lanzamiento del Mapeo contó además con la presencia de la ministra de Cultura provincial, Susana Rueda; del secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, Federico Valentini; y de representantes de las áreas y organizaciones involucradas: Universidad Nacional de Rosario, Grupo de Maestros y Maestras Artesanos y Artesanas del Barrio Toba Oeste, Escuela Primaria Nº 1333, Escuela Secundaria Nº 518 y la Fundación Alwa.
Esas presencias dieron cuenta de la amplitud de un proyecto que se viabilizó a partir del trabajo conjunto entre diversos estamentos del Estado y la sociedad civil, lo que permitió darle forma a un Mapeo que se propone como un punto de partida, un estado de situación que apunta a ampliarse en tiempo y espacio. Porque el registro logrado en el Barrio Triángulo y Moderno no sólo buscará actualizarse en esa zona de la ciudad, sino que apuntará a abarcar nuevos barrios rosarinos.
Matías Lomoro, integrante de la Fundación Alwa, que desde hace cuatro años desarrolla trabajos con la comunidad en el Barrio Toba de Zona Oeste, explicó que el proyecto del Mapeo es el resultado de un trabajo iniciado con el Centro Cultural El Obrador, con el que establecieron un ciclo de reuniones semanales con artesanas y artesanos: «Se fue generando un grupo con el que fuimos consolidando el trabajo, sobre todo viendo cómo resolver problemáticas relacionadas con las materias primas. Cuando empezamos con el trabajo territorial vimos que había una cantidad inmensa de artesanos, pero no había registros, más allá de algunas investigaciones o tesis que se habían realizado en torno a los saberes artesanales, pero que no estaban actualizadas, eran una fotografía de un momento».
Conformado en su mayoría por arquitectos, arquitectas o estudiantes, el grupo de trabajo fortaleció sus vínculos con el centro cultural dependiente de la Municipalidad de Rosario, y avanzó en la firma de un convenio con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario, que sumó a su Usina de Datos. Con el acompañamiento esencial de artesanas del barrio, y de docentes idóneos de las escuelas N°1333 y N°518, se avanzó en un plan de trabajo que involucró directamente a las infancias. «Les pedimos a las chicas y chicos que buscaron identificar a artesanos y artesanas que conocían en sus barrios, y que los ubicaran en los mapas que armamos -detalla Lomoro-. Nos apoyamos mucho en la Usina de Datos de la UNR, que nos propuso trabajar con la técnica ‘bola de nieve’: un artesano nos iba llevando a otro, y así íbamos entrevistando. Entonces empezamos con las infancias, con varios mapas que fueron marcando y desde ahí partimos para armar el relevamiento propiamente dicho, con encuentros que fuimos haciendo con estudiantes de Arquitectura y Comunicación donde fuimos relevando distintas partes del barrio».
Tomando como base el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP), el grupo llevó adelante encuestas en La Cava, Tacuarita, Libertad, Toba Municipal, Amistad y Dos Hermanas. «No sabíamos cómo nos iban a recibir, pero cuando les decíamos que era para hablar sobre artesanías les brillaban los ojos, porque era la primera vez que los estaban encuestando para hablar de otra cosa, ya no sobre su hogar, cantidad de hijos, trabajo, ingresos, cuestiones que normalmente la política toma como herramientas de encuestado», destaca Lomoro, y agrega: «Estábamos relevando algo que tenía que ver con apelar a la memoria, los recuerdos, las cuestiones familiares, la cultura. Hablamos sobre los materiales que usan, dónde habían aprendido, dónde cocinan las piezas. Pudimos obtener bastante información y después empezamos a trabajar con las diseñadoras Romina Alegre y Patricia Codina, que participaron de reuniones en el barrio para poder interpretar la lógica de diseño. Y a entender algunos íconos que son muy importantes para el barrio».
A partir del apoyo logrado en Espacio Santafesino, y de la colaboración de la imprenta municipal, el Mapeo se pudo materializar en papel, formato pensado especialmente para potenciar su circulación. «Uno de los grandes propósitos es conformar un mapa de saberes, no es algo patrimonial para que quede recluido en un museo, son cosas actuales, son saberes vivos. Y una de las grandes finalidades del mapa es hacerlo circular por escuelas primarias y secundarias, para que los idóneos puedan tener materiales para trabajar con las infancias. Y, también, que la Facultad de Arquitectura tenga información sobre las artesanas y artesanos para que se pueda articular ese saber ancestral, que puede aplicarse a productos contemporáneos, para poder articular formas de producción», explica Lomoro.
En ese sentido, el integrante de la Fundación Alwa amplía: «Le dimos mucha prioridad al formato papel, porque eso iba a permitir que tuviera mucha circulación, iba a llegar a manos de los destinatarios, las escuelas y las personas encuestadas. En una segunda etapa avanzaremos con una versión digital. Este Mapeo es un inicio para seguir encuestando y así poder armar un gran mapa de artesanos y artesanas. Hay artesanos qom, mocoví, guaraní, de Paraguay. No nos enfocamos únicamente en comunidades indígenas, nos enfocamos en las artesanías, en sus materialidades».
Por lo pronto, además de su bellísimo formato impreso, el Mapeo se completa con un registro sonoro desarrollado por estudiantes de Comunicación Social de la UNR, que generaron un repositorio de relatos que permite descubrir las voces detrás de un proyecto que revitaliza los saberes ancestrales de diversas comunidades que habitan los barrios populares de la ciudad.
https://www.santafecultura.gob.ar/se-presento-el-mapeo-territorial-de-artesanas-y-artesanos-del-barrio-toba-zona-oeste/
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