1 feb 2012

Desde el Centro Mandela Escasea el agua potable en Villa Río Bermejito

Rolando Núñez comentó que la situación en Bermejito es grave debido a que la cooperativa que potabiliza el agua se encuentra con graves problemas operativos. Dijo que por tomar agua contaminada, muchos niños sufren de diarrea estival.
El coordinador del Centro de Estudios Nelson Mandela, Rolando Núñez, aseguró que en Villa Río Bermejito escasea el agua potable debido a que el sistema de potabilización que provee a la zona funciona muy mal. Dijo que por este motivo ya es común encontrar casos de diarreas estivales entre los niños. “Un par de compañeros estuvieron visitando Villa Río Bermejito, también El Espinillo y otras zonas intermedias, fundamentalmente en Bermejito por la preocupación que significa que el sistema de potabilización de agua que no funciona, o funciona muy mal y están entregando agua no potabilizada y en algunos casos la opinión de algunos vecinos de Bermejito que están tomando agua contaminada”, sostuvo Núñez en declaraciones a Radio Libertad. “Esto es muy grave porque estamos pasando un período estival muy fuerte, con temperaturas muy altas en donde el consumo de agua es vital, fundamentalmente para el binomio madre e hijo”, remarcó Núñez. “En Bermejito el 70 por ciento de la población urbana, periurbana y rural es indígena y no tienen recursos para comprar agua. Entonces toman agua en esas condiciones o toman agua de charco. Por supuesto la diarrea estival en los chicos es la patología predominante en estos últimos 40 días de extremo calor”, añadió. En este sentido, el coordinador del Centro Mandela comentó que la cooperativa dedicada a la potabilización está con graves problemas estructurales y económicos. “La cooperativa que funciona ahí toma agua de una laguna muy importante que está a cierta distancia de lo que sería el casco urbano de Villa Río Bermejito. Ocurre que el sistema de potabilizaciòn por distintas razones viene muy mal, entonces están entregando prácticamente agua cruda. La red de distribución de lo que sería Bermejito es bastante importante, pero en este momento el agua no se puede tomar por estar en estas condiciones”, indicó. “Ayer un grupo de usuarios y vecinos tomaron la cooperativa”, relató Núñez. “Hasta este miércoles están esperando una decisión del gobierno provincial en el sentido de normalizar la provisión del agua potable para la población. La situación no es simple porque hay sectores importantes de la comunidad de Bermejito que sostienen que la cooperativa tiene que seguir funcionando como tal y que es un patrimonio del pueblo, pero no tiene insumos ni financiamietno. Un sector dice que continúe la cooperativa, con apoyo del gobierno provincial y otro que pase a Sameep”, explicó. Muerte de un bebé indígena Por otra parte, Rolando Núñez denunció que se produjo el domingo pasado la muerte de un bebé indígena recién nacido por causas totalmente evitables. Afirmó que falleció por deshidratación, debido a que estaba en una tapera construída con chapas y nailón en un día en extremo caluroso. “La mamá lo tuvo de parto natural. Pesaba 3,900 kilos cuando nació en el puesto sanitario de Villa Río Bermejito. Al día siguiente le dieron el alta del puesto sanitario y horas después el bebé falleció en un ranchito muy precario, construido con algunas chapas y el nailón negro típico de los asentamientos de la zona sur de Resistencia, en un día muy caluroso”, comentó. “El fallecimiento del bebé se produjo por un golpe de calor y deshidratación. Cuando el cuerpo del bebé ingresa al puesto sanitario, cuando ya había fallecido, pesaba 3,500 kilos. Esto significa que el grado de deshidratación fue extraordinario y provocó la muerte de ese bebé. Cuatrocientos gramos perdió en un par de horas estando en situación inapropiada, debajo de chapitas y el nailon negro”, indicó Núñez. “La mamá, Raquel Sosa, una indígena toba que tendría 34 años como máximo, tuvo otros hijos por partos naturales. Es indiscutible que se produjo por lo menos un alta prematura por parte del puesto sanitario. Hay que analizar ahora si hubo negligencia o abandono sanitario. De hecho, el resultado es gravísimo”, sostuvo. “Esta familia indígena vive a una distancia bastante importante del puesto sanitario: vive en el barrio Norte, que es muy humilde, habitado fundamentalmente por indígenas tobas. Y entonces para quedarse un poco más cerca del puesto sanitario quedó también en un barrio muy precario que se llama barrio Nuevo. Ahí estaban debajo de las chapitas y el plástico negro y evidentemente las altas temperaturas provocaron el fallecimiento de este bebé”, explicó. www.chacodiapordia.com

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