30 abr 2017
Ley Provincial del Aborigen: Una lucha en tiempo presente
Este domingo 13 de mayo de 2007 se cumplen 20 años de la sanción de la Ley Provincial del Aborigen, N°3258 y a pesar de estar plenamente vigente, muy poco se ha cumplido hasta hoy.
La lucha de los pueblos Toba, Mocoví y Wichi se mantiene como entonces para que se haga efectiva su aplicación. Siguen reclamando que se haga efectiva la entrega de 1.080.000 hectáreas, según el espíritu de los Tratados firmados por sus antepasados.
La lucha por lograr el respeto de los pueblos originarios, comenzó a gestarse en el seno mismo de las comunidades que -cansadas del olvido, marginación y paternalismo por parte de los sucesivos gobiernos- comenzaron a organizarse y a debatir la problemática dejando de lados los intereses sectoriales, en medio de la incipiente democracia que se estaba gestando en nuestra Argentina desde el 10 de diciembre de 1983.
Así fue que el 28 de julio de 1986, luego de mucho andar ciento ochenta dirigentes de las tres etnias originarias del Chaco se congregaron para realizar la 1° Asamblea de Comunidades Indígenas que se realizó en la ciudad de Presidencia Roque Saénz Peña. Las deliberaciones giraron especialmente en torno a la problemática de la tierra y la inseguridad jurídica que estaban sufriendo las comunidades en torno a esta cuestión.
Este primer encuentro �que se extendió hasta el 1° de agosto- fue apoyado por Organizaciones No Gubernamentales tales como Incupo, Indes; Jum, Asociación Amigos del Aborigen de Quitilipi; Asociación Promotores Chaco; Seddar; y Equipo de Pastoral Aborigen (ENDEPA). También apoyó fuertemente esta lucha la Dirección Provincial del Aborigen que en ese momento estaba a cargo del docente Carlos Benedetto.
Luego de las largas deliberaciones, los representantes de las comunidades nombraron a una Comisión de Representantes para seguir gestionando ante los distintos estamentos de gobierno la aprobación de una Ley Provincial del Aborigen. Este grupo de representantes fue denominado por la mayoría como �Comisión de los seis� ya que estuvo integrada por dos representantes de cada etnia.
La responsabilidad recayó sobre Nieves Ramírez y Orlando Sánchez (Tobas); Valerio Nicola y Sebastián Tomás (Mocovíes) y Nemesio Coria y Ramón Navarrete (Wichis)
Esta primera asamblea de Comunidades Indígenas, decidió reclamar el derecho a acceder a 1.080. 000 hectáreas para los pueblos originarios del Chaco, reclamo que aún hoy no se ha satisfecho. Precisamente en esa oportunidad se elaboró un importante documento que estuvo firmado por los representantes de las comunidades participantes.
El pedido de tierra que realizaron fue elevado al gobernador de aquel entonces, Florencio Tenev el 15 de octubre de 1986 con la firma de los principales dirigentes de la etnias Wichi, Toba y Mocoví.
Con un detalle de las hectáreas necesarias para trabajar y vivir dignamente, los pueblos originarios dejaron en claro a las autoridades provinciales que solicitaban y siguen solicitando 1.080.000 hectáreas de acuerdo �a los Tratados Firmados por nuestros Antepasados� dice el documento original y que debía haber sido entregado en propiedad a las familias.
�La tierra es la madre de donde se saca la subsistencia. Es objeto de amor. Es el espacio donde se desarrolla la vida y las diversas actividades. Ella posibilita la existencia de seres humanos desde hace miles de años�, sentenciaron las comunidades el 30 de julio de 1986 y mantienen ese espíritu vivo para lograr que los pueblos indígenas se mantengan en el tiempo y que no se extingan.
Por ello, hoy 20 años de la sanción de la Ley Provincial del Aborígen siguen manteniendo en pie la lucha porque como aquel día consideran que �Si no tenemos derecho a poseer la tierra como dueños definitivos, significa nuestra muerte final. Sin tierra no hay cultura, no hay idioma. Para sobrevivir como pueblos indígenas, la tierra tiene que pertenecer a nosotros�.
La unidad como camino
Entendiendo que la unidad y el debate, era el camino para lograr acceder a que se respeten sus derechos, las tres etnias volvieron a reunirse en una Segunda Asamblea de Comunidades Aborígenes.
Tal como en la primera asamblea, las deliberaciones se realizaron en el Centro de Espiritualidad de Presidencia Roque Saénz Peña pero el acto final y el encuentro con el Ministro de Gobierno, Justicia y Educación provincial para acercarle las conclusiones se realizó en la ciudad de Quitilipi. El eje principal de este nuevo encuentro fue Educación y Salud, temas esenciales para la dignidad y supervivencia de los pueblos ya que preocupaba mucho a los dirigentes indígenas los graves problemas de desnutrición y tuberculosis que aquejaban especialmente a ancianos y niños y la imposibilidad de la mayoría de la niñez indígena en terminar la escuela primaria. Por ese motivo, las conclusiones de esta segunda asamblea de comunidades proponía �una educación para todos y adaptada a nuestra realidad� y que �la enseñanza en las escuelas primarias comience con la lengua materna del niño aborigen�
Con todos estos elementos y muchos otros que se fueron elaborando con el correr del tiempo, las comunidades y las instituciones que siempre acompañaron las discusiones y deliberaciones se comenzó a diseñar lo que a la postre sería la Ley Provincial del Aborigen.
Pero nada fue fácil, hubo que luchar mucho. Se tuvieron que plantear ante diversos representantes de los distintos poderes del Estado varias cuestiones fundamentales que debían ser tenidas en cuenta para conservar el espíritu original de la ley que contuviera y considerara todos los derechos de los aborígenes.
En algunos casos, las movilizaciones y entrevistas de la dirigencia aborigen con los funcionarios de los diversos ministerios para acercar sus preocupaciones y propuestas comenzaron a dar sus frutos aún antes del debate y sanción de la Ley del Aborigen, tal fue el caso de la entrevista realizada con el Consejo General de Educación organismo que �por iniciativa del entonces Vocal Gremial Belén Alvarez- decidió afectar en forma inmediata al Profesor Germán Bournissen, coordinador pedagógico del instituto de formación docente de Sáenz Peña, para la elaboración de propuestas que respondan a las demandas presentadas acerca de �un programa educativo adecuado de carácter bilingüe, por cuanto la mayoría de los niños que se inician en la educación deben desertar por el desconocimiento de la lengua castellana�.
Como culminación de esta ronda de deliberaciones y entrevistas llevada a cabo por la �Comisión de los seis� el 6 de noviembre de 1986 la iniciativa fue presentada formalmente por el Ejecutivo Provincial a la Legislatura. La carpeta conteniendo el proyecto de ley fue llevada por el propio ministro de gobierno, Justicia y Educación Jorge Oscar Morales.
El presidente del Poder Legislativo Manuel Magno López recibió la propuesta junto al legislador Héctor Ramón Ovando y se comprometieron a una preferente atención y estudio del proyecto para que sea aprobado en los primeros meses de 1987.
Con esa promesa, volvieron a sus comunidades Nieves Ramirez, Orlando Sanchez, Valerio Nincola, Sebastián Tomás, Nemesio Coria y Ramón Navarrete.
1987 fue un año signado por lo electoral y por una serie de promesas, que como siempre intentaron confundir y dividir a las distintas comunidades. Pero la consigna era clara, esos planteamientos no hicieron mella en la unidad y la lucha siguió en pie.
Como se demoraba el tratamiento del proyecto de Ley, los pueblos originarios decidieron manifestarse públicamente. En primera instancia lo hicieron el 1° de marzo, para que se cumplan los plazos prometidos por el entonces presidente del Parlamento Provincial Manuel Magno López.
Luego lo hicieron por la demora del trámite legislativo y luego porque el diputado provincial Alberto Zaragoza (UCR) había asegurado en diario Norte de esa época que el Proyecto de la Ley Aborigen contenía artículos �anticonstitucionales� e �ilegales�.
Más de un centenar de aborígenes provenientes de distintos asentamientos de la provincia �señala Norte en página 2, de su edición del sábado 9 de mayo de 1987- se concentraron frente a la legislatura provincial para pedir explicaciones por el dicho del diputado Zaragoza.
En medio de la manifestación el parlamentario cuestionado trato de dar su punto de vista y sobrepasado por la situación trato de mover las piezas hacia el lado del Poder Ejecutivo Provincial manifestando: �estamos tratando de reelaborarlo y hacerlo de nuevo para que la ley salga como corresponde. Hubiera sido muy fácil para los legisladores aprobar la ley tal cual vino del Poder Ejecutivo y elevarlo al gobierno para que haga sus observaciones de la misma ley que nos había enviado�.
Tras la movilización aborigen, finalmente se concretó un acuerdo de la Comisión de Legislación General para dictar un despacho y tratar la Ley Provincial del Aborigen en la sesión del miércoles 13 de mayo de 1987. Pese a ese anuncio, el diputado Alberto Zaragoza había insistido que la iniciativa �adolece de graves fallas, contiene normas inconstitucionales�.
Además en el camino, el legislador ucerreísta intentó minar el camino de la lucha, aduciendo que �hay sectores interesados en obtener una inmediata sanción de esta ley�. Mezclando intereses mezquinos y sectoriales, sin atender los reclamos de las comunidades aborígenes que reclamaron una y otra vez que espíritu de la Ley contenía reclamos que fueron incluidos en los Tratados firmados por sus antepasados.
El final de una lucha que no termina
Finalmente, en la sesión ordinaria del 13 de mayo de 1987 de la Cámara de Diputados de la provincia del Chaco se aprobó �ya entrada la madrugada del jueves 14- la Ley Provincial del Aborigen con el Número 3.258 y que fue promulgada finalmente el 30 de setiembre de ese mismo año por el gobernado Florencio Tenev y el Ministro de Gobierno, Justicia y Educación Jorge Oscar Morales.
Pero el voto positivo de todos los parlamentarios provinciales no fue fácil de lograr. Fue muy difícil que todos entendieran el porque de la necesidad de la sanción de esta norma que marcó a fuego la historia de nuestro Chaco intentándose con ella dar inicio a un nuevo relacionamiento �sin paternalismos- de la sociedad y el estado chaqueño con los pueblos originarios.
Cuando al año siguiente, como consecuencia de la puesta en ejecución de la ley 3258, se puso en marcha el Instituto del Aborigen Chaqueño que vino a reemplazar la antigua Dirección Provincial del Aborigen el entonces Diputado Nieves Ramírez declaraba en el diario Norte del 18 de octubre de 1988: �con la asunción de los hermanos en el IDACH se terminó el paternalismo que se ejerce para con los indios del Chaco�
Este intento de relacionamiento igualitario con los indígenas chaqueños aún hoy se viene realizando no sin tropiezos y desencuentros, motivados especialmente por funcionarios de los tres poderes del estado provincial que después de dos décadas de vigencia de esta ley todavía tratan de desconocer el texto y el espíritu de la misma.
En la ruta del camino de lograr la ley, Nemesio Coria y Ernesto Reinoso, representantes de la Etnia Wichi (mal llamados Matacos por esa época) dejaban en claro que �luchamos durante muchos años por que hemos perdido mucho y la causa de esto fue que nuestros abuelos no podían entender a los que le hablaban castellano�.
Orlando Sánchez de la etnia toba al igual que Nieves Ramirez coincidían con sus hermanos wichis que los reclamos venían de sus ancestros y que pese a que estaba estipulado en el artículo 34 de la Constitución Provincial de 1957, nunca se había debatido la cuestión indígena en el recinto del Parlamento chaqueño.
http://chacodiapordia.com/noticia/8413/ley-provincial-del-aborigen%3A-una-lucha-en-tiempo-presente
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